Mujeres veterinarias: Ciencia, medicina y vocación

viernes, 11 de febrero de 2022

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y queremos celebrarlo dando las gracias a todas nuestras compañeras por elegir esta disciplina médica y por el ejemplo que nos dan a diario con su experiencia. Hemos querido hablar con algunas de ellas para conocer como viven su día a día en esta profesión. 

Conocemos a muchas mujeres vinculadas a la ciencia, las vemos en las clínicas, en los hospitales y en las Universidades. Mujeres que crecieron con una vocación: la de investigar, diagnosticar y sanar a los animales. IVC Evidensia está llena de ellas. Niñas que soñaron con convertirse en veterinarias y lo consiguieron. 

Hoy se celebra el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Queremos hacer un homenaje a todas nuestras compañeras que trabajan a diario en las clínicas y hospitales veterinarios del grupo. La Veterinaria es una ciencia sanitaria en la que la mujer está muy presente, y lo que es mejor, en la que la mujer tiene mucho futuro. IVC Evidensia quiere estar con todas ellas, apoyándolas en la formación, en sus carreras profesionales y también como mujeres. 

Veterinaria: una carrera vocacional 
Todas coinciden en lo mismo: La veterinaria es una profesión vocacional. Y las cifras también lo confirman. Según el último informe de Adecco sobre las profesiones más deseadas por los más pequeños, hay una profesión que se repite entre las tres primeras año tras año: la Veterinaria. 
Estas cifras son aún mayores si les preguntamos a las niñas 
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Veterinaria con voces femeninas
Para celebrar este día, hemos querido que sean ellas, algunas de nuestras veterinarias las que nos expliquen cómo es y cómo viven esta profesión.

Belén López, Directora Médica IVC Evidensia Iberia 
“He querido ser veterinaria desde que tengo uso de razón, mi familia proviene de la Galicia más rural, de aldeas perdidas entre los montes gallegos donde recuerdo incluso cuando llegó el alumbrado de las calles y asfaltar las carreteras, la relación con los animales por tanto empezó a una edad muy temprana en aquellas visitas estivales a la familia y lo tuve claro, quería ayudar a los animales, quería cuidarlos, protegerlos. No habría podido ser otra cosa. 

En la universidad éramos mayoría las mujeres pero cuando empecé a trabajar esa realidad cambió, las mujeres éramos las ayudantes del veterinario, las que limpiábamos las hospitalizaciones, las que atendíamos el teléfono, hacíamos de veterinarias, enfermeras y secretarias. Eso ha ido cambiando afortunadamente.  Durante muchos años también  tuve que escuchar la frase: “¿no está el veterinario?”, “ ¿pero tú eres veterinaria?”, tenías doble presión, si dudabas, si no acertabas a coger una vía a la primera, cualquier mínimo error que a un veterinario hombre se le disculpaba en ti podría ser una excusa para una reclamación pero tenía claro que quería seguir apostando por mi profesión y a esos momentos respondía con conocimiento, con el uso de palabras técnicas, con pruebas, para poco a poco ganarme mi sitio y al final todo llega, la gente confía, ve que eres buena en lo que haces y dejan de mirarte como una mujer y ven una veterinaria.

Nos queda mucho por conseguir pero creo que la realidad actual frente a la que viví hace 20 años, afortunadamente, ha cambiado mucho y mi consejo, nada extraordinario, es que todos debemos hacer lo que nos haga feliz, escoger una profesión es de lo más importante, vas a pasar 30-40 años haciendo algo 8-10-12hs de tu día, si no eres feliz con lo que haces será una tortura, no debemos dejar de luchar por lo que queremos por muchos palos que nos pongan en la rueda, así que si amas a los animales, te gusta la medicina, la investigación, la ciencia, veterinaria es tu profesión.”

Margot Ruiz, dirección Clínicas Veterinarias Mediterráneo 
"No concibo la vida sin tener un animal cerca, ya sean los míos o mis pacientes.
La sensación personal de satisfacción que se siente, cuando ayudas a sanar es única y tan gratificante, que ojalá pudiera sentirla todo el mundo.
A las niñas que desean ser veterináreas, les diría, que no dejéis que nadie os diga que no podéis cumplir vuestros objetivos y vuestros sueños, sólo hay que levantarse cada vez que te tropiezas y seguir adelante, porque los animales necesitan vuestra dedicación y compromiso."

Laura Cano, dirección VICALCAN Centros Veterinareos
“Pues yo diría que ser veterinaria y dedicarme a esta profesión es uno de los aspectos más gratificantes y también más exigente y desafiante de mi vida. Sin duda, volvería a elegir esta carrera”

Leila Fernández, dirección  Peñagrande Clínicas Veterinareas 
"Desde pequeña supe que quería ser veterinaria para cuidar de eso miembros de nuestras familias que nos daban todo a cambio de nada. Ese amor incondicional ha sido mi motivación para estar donde HOY estoy.  Poder salvarles, curarles, aliviarles de sus enfermedades y acompañarles todos los días hasta el fin de sus vidas. ¡Esta es la mejor profesión del mundo, no lo dudéis y animaros! "

Marga Navarro, dirección VeterinÁrea
"Nunca tuve un perro hasta que cumplí los 23 y desde entonces ya no se vivir sin ellos. Puedo decir que "no trabajo" porque mi profesión es mi vida y mi pasión. La conexión con los animales, el poder ayudarles y sentir el amor de sus familias hacia ellos es lo que alimenta mi día a día. Si alguna vez pensaste en ser veterinaria, ve a por ello y piensa en grande porque la recompensa te durará toda una vida."

Lledó Soria, dirección Hospital Veterinario del Mar  
“A esas niñas que quieren ser veterinarias, les diría que sigan con sus sueños. Aunque en algún momento parezca algo difícil o inalcanzable, no hay nada que no podáis conseguir si tenéis la ilusión y el empeño suficiente".
 
Miryam Baranda Esparza, dirección Hospital Vistalegre   
“Ser veterinaria, al igual que cualquier profesión, implica dedicación, esfuerzo y pasión por lo que haces. Lo que nos diferencia de muchas otras opciones de trabajo, es que en casi el cien por cien de las ocasiones es algo pasional, vocacional, y esto hay que saber trabajarlo y controlarlo mental y físicamente. 
Trabajamos con seres vivos, seres que son parte de nuestras familias, y cada vez con una implicación emocional mayor dentro de nuestra sociedad. Y estos pequeños amigos pueden sufrir problemas y patologías que nosotras, como veterinarias, tenemos que no sólo llegar a diagnosticar y, en la medida de lo posible, tratar y controlar, sino además ayudar con empatía a sus propietarios o “padres”.
Desde que tenía uso de razón sentía respeto, curiosidad y amor por todo aquel animal por pequeño que fuese. Era esa niña que tenía claro casi desde que nació cuál sería su profesión, esa pequeña que contra viento y marea ha peleado por poder ser veterinaria. Esa joven que cuando lo consiguió fue la más feliz del mundo” 

Muchas gracias a todas ellas por sus palabras y por los mensajes de apoyo, y también a todas las que no salen pero trabajan a diario en neustras clínicas y hospitales. Desde aquí nos sentimos muy orgullosos de su trabajo, de su experiencia y de su ejemplo.